El París Saint-Germain otorgó a sus futbolistas diez días de vacaciones por las fiestas de fin de año y, ante la posibilidad de excesos, les asignó un GPS para controlarlos.
Luego del viaje del equipo a Qatar, los jugadores gozarán de un merecido descanso hasta el 2 de enero y el 7 de ese mes ya tendrán su primer compromiso ante el Rennes por la Copa de Francia.
Antes de licenciar a los deportistas, desde el club les recomendaron tomarse tres o cuatro días sin realizar ejercicios y luego volver a entrenar por cuenta, con un plan personalizado que repartieron desde el cuerpo técnico.
El conjunto parisino les advirtió que sólo pueden aumentar un kilo de peso durante las vacaciones. "Más, sería un problema", explicó a "Le Parisien" Alexandre Marles, expreparador físico de PSG y Olympique de Lyon.
Para controlar que sigan su plan específico de ejercicios, el club asignó un dispositivo GPS a cada futbolista. Cuando se reincorporen a los entrenamientos, los preparadores físicos evaluarán el cumplimiento de las pautas a partir de los datos que aportará esa tecnología.
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