Tras clasificar a Argentina al Mundial de Rusia 2018, Lionel Messi volvió a su casa en Barcelona. En el aeropuerto La Pulga fue recibido por su hijo Thiago.
Algunos fanáticos esperaron a la estrella en el hall del aeropuerto, lo felicitaron y le pidieron autógrafos y fotos a los cuales accedió sin problemas. Sin embargo, no hizo declaraciones a la prensa. En el momento de las selfies con sus seguidores, Thiago demostró que odia ese tipo de fotos y que como todos los nenes pide regalos.
Luego, Messi se subió a su camioneta, en la cual estaba su mujer, Antonela Roccuzzo, y se marchó a su casa.
El delantero se sumará a las prácticas del Barcelona, que tendrá un duro partido el sábado como visitante ante el Atlético de Madrid.
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