Portada  |  14 septiembre 2016

Desde San Cirano aseguraron que "no volverán a jugar en el club" los rugbiers que atacaron a un hombre en la calle

Tras suspenderlos, el responsable del rugby de San Cirano explicó que "no los expulsamos para que sigan con las acciones reparadoras por lo que cometieron".

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El club San Cirano suspendió de por vida al rugbier Julián Cirigliano, quien empujó con violencia y a la carrera a un hombre en la vía pública, a la vez que aplicó la misma sanción a los socios que filmaron el episodio de violencia y escaparon con el jugador en un automóvil.

Así lo informó la institución, que también comunicó que los protagonistas del episodio aceptaron realizar "tareas comunitarias como acción reparadora" en las fundaciones "Amigos en el camino y "Frío Cero", dedicadas a "atender a personas en situación de calle".

"Repudiamos enérgicamente todo hecho de violencia en términos generales y, particularmente, este hecho. Los socios identificados han sido suspendidos, en los términos que lo dispone el Estatuto del club San Cirano", informó la institución en un comunicado de prensa publicado anoche en su cuenta de la red social de internet Twitter.

Por el mismo medio, el club expresó que esta suspensión responde a que el accionar de los agresores "no representa los valores que promueve" esa institución.

"Los socios en cuestión han aceptado realizar tareas comunitarias como acción reparadora de tan lamentable acto de violencia, colaborando solidariamente con las fundaciones 'Amigos en el camino' y 'Frío Cero', organizaciones dedicadas a atender personas en situación de calle", agregó el club, situado en la localidad bonaerense de Villa Celina, partido de La Matanza.

"Estos chicos no van a volver a jugar en el club", sostuvo este miércoles el responsable del rugby de San Cirano, Diego Conde, quien añadió: "Estoy mal porque repudiamos absolutamente lo que hizo el jugador Julián Cirigliano”.

"Un grupo de chicos lo filmaban y Julián, en una actitud cobarde, empujó de atrás a un hombre que estaba en la calle. Estos chicos no representan más al club, ahora fueron suspendidos y acompañamos a los padres para que les den herramientas y puedan reparar lo que hicieron”, detalló Conde.

El directivo del club también expresó: "Esto no se va a reparar de un día para otros. Son años de compromiso, tendrán que demostrar que están arrepentidos. Julián es un imbécil. No los expulsamos para que sigan con las acciones reparadoras por lo que cometieron. San Cirano ayuda a la gente de la calle, no la empuja, y lo que hicieron estos tres idiotas no nos representa. Lo que hicieron es detestable".

Tras deslizar que los jóvenes podrían haber estado alcoholizados al momento de la agresión, Conde insistió: "El club asumirá el compromiso de tutelar esta situación y darles una mano. Y pensé que estos chicos le puedan pedir disculpas al hombre que empujaron".

Además, Conde remarcó que la educación de los rugbiers "no es entera responsabilidad del club".

El video de la agresión fue difundido ayer por un usuario de Facebook y el ataque generó un repudio generalizado en esa y otras redes sociales, donde comenzaron a repudiar con vehemencia el accionar del deportista.

Esta no es la primera vez que un club de rugby sanciona a uno de sus jugadores por un episodio de indisciplina: en julio último, el club tucumano Aguará Guazú suspendió por 99 años a un rugbier que mordió y le arrancó parte de un dedo a un rival durante un partido.

Otro antecedentes ocurrió en abril pasado, cuando la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) sancionó con 29 años a un jugador del club Pucará que le partido.

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