Portada  |  05 junio 2015

Una isla paradisíaca, invadida por sapos deformes

Pertenecen a la especie Curucú, pero no son aquellos que exhiben los manuales de zoología. Estos sufren algún tipo de anomalía. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o les sobran dedos.

Curiosidades

Quedan pocos espacios en el mundo que recreen la imagen de paraíso tropical. La isla de Fernando de Noronha, es uno. Pero podría dejar de serlo. En el último tiempo, en este archipiélago de playas blancas y aguas cristalinas, aparecieron sapos deformes.

Pertenecen a la especie Curucú, pero no son aquellos que exhiben los manuales de zoología. Estos sufren algún tipo de anomalía. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o les sobran dedos.

Cerca del 20% de los sapos con malformaciones también está parcial o completamente ciego. Una proporción menor carece de uno o los dos ojos, mientras que otros no tienen iris o lo tienen decolorado.

No se conoce con certeza cuándo llegaron los Curucú al archipiélago. Una hipótesis afirma que fue hace 100 años, cuando un sacerdote se llevó algunos sapos de la parte continental de Brasil a la isla para mantener bajo control a los insectos en sus cultivos. Hoy, la mitad de ellos tiene anomalías.

Los investigadores creen que las malformaciones son sólo la punta del iceberg. "Se encontraron alteraciones endocrinas, función inmune suprimida y también alteraciones en la reproducción, y no sólo en anfibios", afirmó a la BBC Jamie Bacon, un integrante de la Sociedad Zoológica de Bermuda.

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