La mayor sorpresa de su vida tuvo Igor Alexeev cuando miraba las noticias por televisión en la República Rusa de Baskortostán y vio el momento en el que su esposa era arrestada por ejercer la prostitución.
Luego del procedimiento policial en un burdel, el hombre consultó en internet y corroboró que la mujer con la que había contraído matrimonio hacía ocho años cobraba el equivalente a 250 dólares para tener sexo con sus clientes.
Tras el escándalo, Alexeev se divorció de Maria y logró la custodia de la hija de ambos, quien tiene seis años.
Ahora el hombre quiere recurrir otra vez a la Justicia para impedir que la mujer tenga contacto con la menor, de forma que la nena no sufra vergüenza mientras crece.
Por su parte, la mujer rechazó en varias ocasiones las críticas de Igor, a quien achacó que no ganaba suficiente dinero para mantener a la familia, informó Mirror.
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