Viajar a Egipto y visitar las pirámides no es algo que puedan hacer todos. Pero algunos vecinos pueden acercarse a esa experiencia en el patio de una casa.
Eso se debe a que una pareja construyó una réplica de la Gran Pirámide de Guiza en el terreno de su vivienda en la localidad rusa de Istinka.
Se trata de una edificación a una escala de 1 a 19 del monumento original, que presenta 9 metros de altura.
Los autores de la obra son Victoria y Andréi Vajrúshev, quienes demoraron dos años en apilar unas 400 toneladas de bloques de concreto, luego de haber estudiado en detalle la arquitectura de los sepulcros del Antiguo Egipto.
Lo que no se imaginó la pareja es que su casa se convertiría en una atracción turística local, a la que llegan en forma periódica varios visitantes con el objetivo de sacarse selfies.
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