"Yo no soy independista, para nada. Soy apolítico. Se trata de una broma entre colegas. Lo hago porque me llama la atención su figura", explicó un joven catalán de 19 años que decidió tatuarse en el traser el rostro del expresidente Carles Puigdemont.
De acuerdo con el muchacho, lo movió la fascinación del referéndum de independencia y la posterior huida del dirigente a Bruselas.
"Yo creo que le ha tomado el pelo a todo el mundo, desmarcándose del plan. Y eso para mí le convierte en un héroe. O al menos en un referente", sostuvo el tatuado.
"Para nada mi tatuaje es una muestra de falta de respeto", aclaró el joven, quien añadió: "Estoy convencido de que, si Puigdemont acaba enterándose de que me tatué su cara, se lo tomará bien".
Fuente: elperiodico.com y lasexta.com
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