Un empleado de la empresa petrolera BP realizó una versión de un meme protagonizado por Adolf Hitler para sus jefes, cuando trataba de arreglar un aumento en su salario. Algo que llegó a los ojos de las jefaturas, y terminó por costarle el puesto.
Así fue como el medio australiano The Age publicó la dura batalla legal que debió llevar a cabo Scott Tracey quien denunció el despido por su broma.
“El vídeo, con fines satíricos, comparaba más bien la posición que BP había tomado en el proceso de negociación empresarial con la situación que enfrentaron Hitler y el régimen nazi en abril de 1945”, fueron los descargos de su abogado, lo que además acogió el tribunal, por lo que la refinería reinstaló en su puesto a Tracey.
Posteriormente BP llevó el caso al Tribunal Federal de Australia, algo que tuvo un desenlace a favor del empleado. “Los trabajadores siempre han podido burlarse de sus jefes, con sus colegas, en su tiempo libre”, dijo el abogado de Tracey a los medios.
Por eso es que añadió que “para la administración de BP, pasar tanto tiempo discutiendo lo contrario revela verdadera arrogancia”. Declaraciones entregadas luego que el mismo tribunal fallara a favor del trabajador.
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