Portada  |  13 diciembre 2018

Por 57 años creyó que su padre lo había abandonado hasta que supo la verdad por un macabro hallazgo en el sótano

Michael compró la casa de su madre antes de que esta muriera en 1998 y, en 2015, entró en el piso del sótano acompañado de un clarividente. “Fue al lugar exacto (el clarividente) y dijo: ‘La energía está aquí’”, relató el hombre al New York Post en noviembre.

Curiosidades

Michael Carroll, residente de Lake Grove en Long Island, descubrió un secreto que su casa guardó por unos 57 años.

Según el reporte del New York Post, el 30 de octubre, Michael descubrió que su padre, George Carroll, no los abandonó 57 años atrás como le habían dicho, sino que durante décadas estuvo enterrado en el sótano de su casa. El misterio que atormentó a Michael y a sus tres hermanos durante toda su infancia lo resolvió un psíquico varias décadas después.

Michael compró la casa de su madre antes de que esta muriera en 1998 y, en 2015, entró en el piso del sótano acompañado de un clarividente. “Fue al lugar exacto (el clarividente) y dijo: ‘La energía está aquí’”, relató el hombre al New York Post en noviembre.

Esta semana, funcionarios del condado de Suffolk anunciaron que el cuerpo sí pertenecía a George Carroll, informó Newsday. “Me arriesgué. Podría haber hecho todo esto y no haber encontrado nada y entonces solo habría quedado un sótano en mal estado “, dijo Michael a Long Island News 12.”Tengo un sótano en mal estado. Pero estoy realmente contento de haber encontrado lo que encontramos. Pone a mi familia en paz”.

Sin embargo, la identificación del cuerpo de su padre solo resuelve la mitad del rompecabezas de la familia, pues de acuerdo con el médico forense del condado de Suffolk, George fue asesinado. El especialista señaló que el hombre fue víctima de un traumatismo contundente en la cabeza por lo que la desaparición de un padre ahora se ha convertido en la investigación de un homicidio.

Según lo informó el New York Post, en 1961 el veterano de la Guerra de Corea, George vivía en una pequeña casa de campo ubicada en Olive Street con su esposa, Dorothy y cuatro hijos: Patricia, 9, Jean, 7, Steven, 5 y Michael, 8 meses. De repente el hombre desapareció y Dorothy solo dijo que salió un día y nunca regresó.

Michael finalmente compró la casa de su infancia y realizó adiciones a la casa de campo original. Al vivir en la casa donde creció, el hombre recordó los viejos rumores sobre lo que podría haber debajo del sótano, así que llamó a un psíquico y a un equipo de investigadores paranormales y hace tres años comenzó a cavar.

New York Post informó que las autoridades siguen investigando el homicidio. La policía del condado de Suffolk dice que nadie reportó a George como persona desaparecida en 1961. También señalaron que les hubiera gustado entrevistar al difunto Darress, el segundo marido de Dorothy.

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