Portada  |  22 junio 2017

Miles de turistas en Bali podrían estar consumiendo carne de perro sin saberlo

Aunque no es ilegal comer carne de perro en Bali, la estafa reside en que el producto se vende como carne de pollo, sobre todo, en los populares satays. Este plato tradicional, que se dice que proviene de China, consiste en pinchos de carne marinados con cúrcuma, que le da un color amarillento.

Curiosidades

La isla de Bali es uno de los destinos del sudeste asiático más populares para pasar un tiempo de vacaciones. Una de las costumbres de los visitantes es comer satay (o sate) de pollo en la playa. Sin embargo, una investigación revela que muchas veces los turistas no consumen carne de pollo, sino de perro.

Un grupo australiano defensor de los derechos de los animales, Animals Australia (AA), asegura que cada año en Bali se matan unos 70.000 perros, siete veces más que en la fiesta del perro de la ciudad china de Yulin y apunta que la mayoría de los cuerpos acaban siendo consumidos por humanos.

Aunque no es ilegal comer carne de perro en Bali, la estafa reside en que el producto se vende como carne de pollo, sobre todo, en los populares satays. Este plato tradicional, que se dice que proviene de China, consiste en pinchos de carne marinados con cúrcuma, que le da un color amarillento.

Pese a la legalidad de la carne de perro, el propio grupo animalista afirma en su investigación que algunos de los perros se matan usando venenos como el cianuro que podría ser perjudicial para los seres humanos que consuman dicha carne.

El reportaje que ha sido publicado por ABC Australia, muestra a un grupo de turistas preguntando al vendedor ambulante “satay de pollo, ¿no perro?” y el hombre niega que sea carne de perro. Convencido, compra y consume el pincho de carne. Más tarde, ese mismo vendedor admite al investigador que había mentido, que la carne en cuestión era canina.

El objetivo del grupo animalista no era meramente periodístico. La intención de la campaña de Animals Australia es conseguir que el mensaje llegue lejos y se cambien la regulación en la isla sobre el maltrato animal, sobre todo en los perros domésticos (algunos desaparecidos) y su posterior manipulación en los fogones.

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