Diez minutos de retraso bastarán para que los novios paguen 100 libras (110 euros, 135 dólares), decretó el cura John Corbyn, responsable de las pequeñas iglesias de Bearsted y Turnham en el condado de Kent.
Quedarán exentos de la multa quienes se hayan visto atrapados en un embotellamiento o en otros acontecimientos imprevisibles. El resto deberá pagar esta suma que se repartirá entre el organista, los campaneros y a los chicos del coro obligados a esperar, precisó el cura al diario.
El sacerdote tomó la decisión tras vivir dos retrasos "sin explicaciones o excusas". "Mi equipo se sintió maltratado", explicó al Times.
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