ufrir un accidente automovilístico, de por sí, ya es traumático, pero si, además, descubres que tienes agujas clavadas en el cerebro, la situación se convierte en algo insostenible.
Zhu, una mujer china de 29 años que, tras haber sufrido un accidente de tráfico, fue animada por los sanitarios a realizarse una tomografía con el fin de descartar posibles daños cerebrales. Y los descartaron.
Sin embargo, la sorpresa de los médicos fue mayúscula al descubrir que Zhu tenía dos agujas incrustadas en su cerebro.
Además, lo más increíble del suceso es que las agujas no estaban relacionadas con el accidente y la mujer no recuerda haber sufrido ningún traumatismo craneoencefálico grave en ningún momento de su vida.
Según los médicos, los objetos, de 5 centímetros de largo y 4,9 milímetros de ancho podrían haber sido insertados en la cabeza de la mujer cuando era muy joven pues, por el tamaño que tienen, no podrían perforar un cráneo adulto.
La mujer, por su parte, no recuerda haber sufrido ninguna lesión en la cabeza ni tampoco algún dolor inexplicable. Los profesionales han concluido que, debido a la delgadez de las agujas y el área del cerebro en el que están alojadas, es poco probable que causen problemas.
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