Portada  |  20 septiembre 2019

El joven que se dejó morder por 200 serpientes venenosas en busca del antídoto universal

Ya sean cobras, víboras o mambas, el hombre se sometió a más de 200 mordeduras de serpientes vivas en los últimos 20 años. Esto se suma a las más de 700 veces que se inyectó veneno.

Curiosidades

Cada cinco minutos, alguien, en algún lugar, muere por una mordedura de serpiente y otras cuatro personas quedan discapacitadas. Pero hay quienes deciden exponerse voluntariamente a grandes riesgos experimentando con estos resbaladizos reptiles .

Es el caso de Tim Friede, quien vive en Wisconsin, Estados Unidos, y que graba el proceso de ser mordido deliberadamente por serpientes venenosas para subir después los videos a YouTube.

En uno de esos videos, después de recibir dos mordeduras rápidas de una serpiente mamba, habla frente a la cámara ignorando la sangre que sale de su antebrazo. "Con la mamba negra es un dolor instantáneo. Es como ser picado por mil abejas. Las abejas pueden tener uno o dos miligramos de veneno, pero una picadura de mamba puede contener de 300 a 500 miligramos", le dice Friede a la BBC.

"No tenemos idea de lo que hacen estas personas. Esto es poco ético y peligroso. No trabajamos con ellos", dice el doctor Stuart Ainsworth, de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, Reino Unido a la BBC.

Friede niega enfáticamente que esté poniendo su vida en peligro para aumentar sus seguidores en las redes sociales. "No lo hice para hacer videos de YouTube, quería salvar vidas y marcar la diferencia. Solo usé YouTube para encontrar a los médicos con los que trabajo ahora. Fue una gran apuesta. Y funcionó", afirma.

Ya sean cobras, víboras o mambas, el hombre se sometió a más de 200 mordeduras de serpientes vivas en los últimos 20 años. Esto se suma a las más de 700 veces que se inyectó veneno.

"Si no eres completamente inmune al veneno de una serpiente como una mamba negra, esto puede afectar tu sistema nervioso periférico. Lo que significa que tu diafragma se paraliza y no puedes respirar, tus ojos se cierran y no puedes hablar, y lentamente te paralizas. No afecta el sistema nervioso central, por lo que aún puede pensar, hasta que mueres", describe Friede.

Fuente: BBC Mundo

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