Portada  |  28 marzo 2017

El gigantesco y misterioso animal que vive en las profundidades del océano

Sus apariciones no son nuevas: hace más de 20 siglos, Aristóteles había propuesto el término teuthos para distinguir a los especímenes más grandes de los teuthis, las especies más pequeñas. También en la Historia Natural de Plineo el Viejo se mencionan los avistamientos de estos cefalópodos, aunque con medidas más exageradas que las reales.

Curiosidades

Los antiguos marinos se preocupaban por las tormentas y las rocas que podían romper sus naves; pero sobre todo, temían al kraken, ese ser mítico mezcla entre serpiente marina y pulpo gigante, que emergía de las profundidades, y e ra capaz de engullir al barco con tripulación, velas y carga.

El kraken proviene de las leyendas nórdicas, pero su origen no es irreal. Aunque no mide los 3.000 metros que aseguraban los antiguos marinos escandinavos, en las profundidades de los océanos viven los calamares gigantes (Architeuthis dux) que han catapultado la imaginación de los hombres de mar.

Sus apariciones no son nuevas: hace más de 20 siglos, Aristóteles había propuesto el término teuthos para distinguir a los especímenes más grandes de los teuthis, las especies más pequeñas. También en la Historia Natural de Plineo el Viejo se mencionan los avistamientos de estos cefalópodos, aunque con medidas más exageradas que las reales.

Sin embargo, el calamar gigante asusta por sus dimensiones, pese a ser un animal inofensivo. Su longitud puede llegar a los 18 metros y su peso alcanzaría entre los 230 y los 250 kilos. Gran parte de esta medidas se las llevan sus tentáculos, que pueden medir hasta seis veces la extensión de su saco visceral.

El calamar gigante es un animal poco amigo de la fama. Al vivir en las profundidades, entre los 250 y los 1.500 metros de la superficie, hallarlo es casi imposible. “Hacemos investigación forense”, describe Guerra, autor de una decena de libros de biología y ecología marina, entre ellos Gigantes de las profundidades, escrito con Michel Segonzcac (investigador del Museo Nacional de Historia Natural de París).

Lo que la ciencia puede averiguar de estos colosos marinos es porque llegan muertos –y muchas veces en avanzado estado de descomposición- a las costas, o porque son capturados por algún pesquero, o por los restos que se encuentran en los estómagos de los cachalotes.

En base a los retazos de información que se ha podido reconstruir, la ciencia ha podido desvelar algunos misterios del calamar gigante, pero todavía quedan muchos interrogantes por responder.

El calamar gigante tiene el ojo más grande del reino animal, de unos 25 a 30 centímetros de diámetro. ¿Pero para qué le sirve semejante sistema de visión si en las profundidades no hay luz? “Es porque detectan a los depredadores cuando bajan a cazarlos. Cuando el cachalote baja se produce una bioluminiscencia a su alrededor por el plancton que produce luz. El calamar tiene una retina muy sensible, y al detectar la luminiscencia, puede huir”, describe Guerra.

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