Los inspectores de la AGC estuvieron presentes antes de que ingresara el público, durante la fiesta y hasta el cierre para constatar que la normativa se cumpliera, y se dispusieron para el evento seis móviles de alta complejidad y doce médicos de la empresa de emergencias Vittal, tercerizada y autorizada por el SAME, además de una autobomba con ocho bomberos.
Los organizadores implementaron un sistema para evitar el ingreso de menores de edad con el uso de un scanner para leer los documentos de identidad, y la seguridad estuvo a cargo de la Prefectura Naval Argentina.
La Policía de la Ciudad realizó controles de alcoholemia y antidrogas en los alrededores, hubo 16 socorristas de la Cruz Roja Argentina, y 40 vigiladores privados.
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