Portada  |  23 junio 2017

Una familia se peleó con la policía tras una condena por homicidio en Tucumán

Entre gritos, forcejeos y agresiones a los policías, la familia Cabrera se manifestó en un tribunal luego de ser condenada por el crimen de Damián José Díaz. Pese a la resistencia de los cinco imputados, los efectivos de la guardia de Tribunales de San Miguel de Tucumán lograron reducirlos y llevarlos a la cárcel de Villa Urquiza, donde dos de ellos deberían pasar 15 años y el resto, 12.

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La fiscal de Cámara Estella Gifoniello, durante sus alegatos, había acusado a todos de ser coautores del delito de homicidio en ocasión de robo, y pidió 22 años de prisión para cada uno de ellos. Los jueces Dante Ibáñez, Juana Juárez y María Alejandra Balcázar, en un fallo unánime, consideraron que todos eran culpables, pero no les asignaron las mismas penas.

A “El Pelao” José Humberto Cabrera y a su hijo Jonathan les dictaron 15 años de pena y un año de prisión preventiva, como lo había solicitado la parte acusadora. Los otros tres hijos de “El Pelao”, Jorge, José y Bryan, fueron condenados a 12 años de prisión. A estos últimos, también se les dictó la preventiva, pero con una caución de $ 70.000. Además, se trabaron embargos sobre una moto y un auto de la familia.

“Todo esto es mentira, desde que lo conozco a Dios no tengo ningún problema con nadie. A mí me mataron a dos hermanos y no hice nada, menos lo iba a hacer con esta persona que ni la conozco”, se había defendido en su última ocasión de hablar el padre.

Quien sí había admitido el crimen era Jorge, alias “Capullo”: “Si alguien tiene que ser juzgado por este hecho somos yo y mi hermano Jonathan”. Sin embargo, señaló que fue una riña, no un robo.

El testimonio clave del juicio fue el de Jorge Luis Tiseira, amigo de Díaz: “Nos voltearon de la moto y nos pegaron feo. A los dos nos quitaron la billetera y las zapatillas. A mí me dejaron en calzoncillos”.

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