En Santa Fe, un diluvio en el barrio Mariano Comas, casi termina en tragedia. Un pozo en una obra pública se tragó un auto y de milagro los ocupantes salieron vivos.
El auto viajaba un hombre con su mujer y bebé, no vio el pozo y el auto terminó hundiéndose en el pozo. Por suerte los ocupantes pudieron abandonar el vehículo y no hubo heridos.
Todo ocurrió, se supo más tarde, porque las vallas que evitaban el paso no estaban en el lugar y al ver ninguna señalización, el hombre no advirtió que no podía pasar por allí.
Tras los accidentes, los vecinos del lugar aprovecharon a reclamar a las autoridades "mayor celeridad en los avances de la obra".
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