Portada  |  01 diciembre 2015

"Un día desperté en la oscuridad y en el silencio más absoluto"

A los 35 años, Guido Fernández Cornide, un talentoso productor de televisión, despertó un día ciego y sordo tras una meningitis que lo dejó un mes al borde de la muerte. El lunes próximo presenta "Abrir los ojos", un libro en el que cuenta cómo aprendió a superar los osbtáculos.

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El lunes 14 de diciembre a las 20:00 en el Foro de las Ciencias y las Artes, Maipú 681, Vicente López, se presenta el libro "Abrir los ojos", el relato autobiográfico de Guido Fernández Cornide, un joven y talentoso productor de televisión que, tras una meningitis que lo dejó un mes al borde de la muerte, despertó ciego y sordo.

Fernández Cornide nació en 1975 en la Ciudad de Buenos Aires, creció en el barrio de Palermo y estudió principalmente en la escuela pública. A los 18 años comenzó a trabajar en televisión como meritorio y con el tiempo se convirtió en productor audiovisual. Se desempeñó durante 20 años en uno de los canales más importantes de Argentina. También se desarrolló en tareas de guión, dirección y creativo.

En pareja con Georgina Duarte desde 2003 y con dos pequeños hijos -Benicio (3 años) y Esmeralda (4 meses)-, el 25 de mayo del 2011 una meningitis lo llevó a terapia intensiva, lo tuvo al borde de la muerte y le cambió la vida y la de su entorno para siempre.

"La meningitis fue la enfermedad promotora de la mayor revolución que vivió mi alma", asegura Fernández Cornide.

"Su cerebro era como una bola lisa, no tenía las arrugas que lo caracterizan. Tenía muerte cerebral en varias áreas", recuerda en el libro uno de sus amigos al intentar explicar el diagnóstico de las primeras horas.

Luego de un mes en coma con pronósticos inciertos, finalmente despertó ciego y sordo. "Fue el viaje más introspectivo de mi vida. Estuve un mes en coma, al borde de la muerte, pero al fin desperté, pero lo hice en la oscuridad y el silencio absoluto. Fue como desaparecer del mundo", cuenta Fernández Cornide.

"Abrir los ojos" está escrito en primera persona, desde "el paso a paso" que él fue transitando en su historia. Motivándonos a repensar cómo vivimos.

"Me enamora día a día. Es mi ídolo. Logró y logrará mucho", se emociona su mujer, Georgina, a quien está dedicado el libro.

Hoy, con el campo visual reducido y tras un implante coclear con el que recuperó un oído, el autor es contundente: "Elijo seguir en este Guido entero, real, consciente".

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