Un grupo de turistas encontró un delfín franciscana adulto y a su cría en una red fantasma de 80 metros en las playas de Costa Azul. Según los expertos, ambos animales murieron por ahogamiento.
Todo comenzó el último sábado 17 de febrero cuando la guardavida Salomé Bazán vio a dos delfines franciscanas atrapados en una red que colgaba de la caldera de un barco hundido.
A raíz de las olas, muchos turistas se acercaron pensando que ambos animales estaban vivos. Al extraer la red del mar, con la ayuda del equipo de guardavidas y la asistencia de varios veraneantes, se constató que ambos cetáceos estaban sin vida, además de encontrar una gran variedad de peces muertos, entre ellos un chucho, especie que se encuentra amenazada de extinción.
“Los veterinarios ya realizaron la necropsia y no caben dudas de que se trata de un ahogamiento por enmalle”, sostuvo Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.
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