La novela de la elefanta Mara tendrá un final feliz. El animal, que había pasado del circo Rodas al zoo porteño, ahora será trasladada a un santuario en el Mato Grosso.
"El traslado requiere 135 pasos -detalla el ministro de Modernización porteño Andy Freire, cuya cartera está a cargo del Ecoparque-. El primero fue identificar destinos adecuados. Finalmente, la semana pasada firmamos un acta de entendimiento con los responsables del santuario. Y comenzamos el proceso de exploración sobre cómo puede ser su traslado".
La elefanta sufre un trastorno psicológico y por eso preparan el viaje a un santuario de elefantes en Brasil.
El resto de los pasos corresponde al lento proceso para prepararla para un viaje de 2.690 kilómetros por tierra hasta Chapada dos Guimarães, en el estado de Mato Grosso.
En su nuevo territorio tendrá una pequeña montaña, un río, un arroyo, árboles y pasturas. Nunca será libre: los animales que vivieron en cautiverio no pueden adaptarse a su hábitat natural. Pero no habrá rejas y tendrá supervisión veterinaria.
Hoy Mara tiene 52 años. Posee un alto nivel cognitivo y entiende el lenguaje de señas de sus cuidadores. No se lleva bien con las otras dos elefantas, Kuki y Pupi, de origen sudafricano, y pasa varias horas encerrada porque deben turnarse para salir al recinto exterior. Cuando está adentro, mueve la cabeza maniáticamente porque sufre de zoocosis, un trastorno psicológico que desarrollan los animales en cautiverio.
Fuente: Clarín
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