Portada  |  18 julio 2018

Solano: mientras los chicos están de vacaciones, las maestras pintan mesas y pizarrones de la escuela

Una publicación en la red social Facebook muestra a un grupo de mujeres pintando con colores brillantes unas cuantas mesas comunitarias en lo que se puede imaginar, funciona el comedor de una escuela. Y así es. Se trata de un establecimiento del conurbano bonaerense que recibe 500 alumnos, de los cuales 250 almuerzan en ese espacio. Y esta vez las docentes son las que tienen tarea.

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Las imágenes que llaman la atención por su calidez y optimismo pertenecen a un grupo de docentes y personal directivo de la Escuela Primaria Nº 50 Robustiano Perez, ubicada en el barrio San Martín de la localidad de San Francisco Solano; perteneciente al Municipio de Quilmes.

Para las maestras y el cuerpo directivo de este establecimiento, el receso escolar es un momento perfecto para ponerse a trabajar para los alumnos. Una vez más, desde la comunidad educativa la contención no se hace esperar. Una de las maestras pensó que era un buen momento para hacer del espacio escolar un lugar más confortable tanto para los alumnos como para todo el personal.

Como el lugar donde almuerzan los 250 alumnos cada día estaba un poco triste, con mesas gastadas y pizarrones demasiado usados, los directivos, docentes y auxiliares de la escuela se unieron para sorprender a los chicos a su regreso de las vacaciones de invierno.

Con dinero aportado por las propias docentes y con ayuda de la Cooperadora de la escuela, compraron pintura y decidieron hacer algunos dibujos geométricos sobre las mesas gastadas para que los chicos se sientan más a gusto a la hora de compartir aquel espacio.

"No es lo mismo convivir en un espacio descuidado, con poca luz, sin pintura; que invita la tristeza, a estar en un lugar colorido, iluminado, que con solo entrar a la escuela te genera otra energía, una emoción positiva!", dice Mercedes, una de las "seño" que estaba en plena tarea de pintura cuando la contactamos desde Telefe Noticias. 

La escuela queda en un barrio que está a unas 15 cuadras de la estación de tren de Solano, y acuden chicos con distintas realidades. Pero si se tiene en cuenta que el 50% por ciento almuerza allí, podemos imaginar que muchas familias de la zona no la están pasando muy bien. Y allí está la escuela, una vez más, poniendo el hombro.

"Las necesidades de los alumnos son de diversos tipos: físicas, emocionales. Así como cualquier persona muchas veces necesita un abrazo, nuestros alumnos también lo necesitan y son esas cosas las que te llenan el alma. Por eso desde nuestro lugar queremos mostrarle que otra escuela es posible y durante el ciclo lectivo se complica hacer estos tipos de trabajos", agregó la maestra.

Sin titubear, pintaron todo: pizarrones, mesas, sillas, cambiaron las luces y armaron un lugar que ahora le sacará una sonrisa a todos.

"Los alumnos se merecen lo mejor y como hay cosas que no podemos cambiarles, por lo menos las horas que están en la escuela, queremos que sean tenidos en cuenta desde cada espacio: comedor, aula, patio, hasta la calidad educativa", dice Mercedes en nombre de todas las docentes que estaban trabajando en el establecimiento.

Ojalá este simple e inmenso gesto produzca un efecto dominó entre todos aquellos que aún tienen ganas de que la escuela siga siendo el lugar al que los chicos quieran ir. 

Texto: Gabriela Cei

Fotos: Docentes y Directivos de la EP 50 de Solano

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