El Código Contravencional busca prevenir y regular los conflictos urbanos generados a partir de conductas que no llegan a ser delitos penales. Originalmente, fue sancionado con amplio consenso para reemplazar a los edictos policiales que les daban un poder demasiado discrecional a las fuerzas de seguridad.
El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta aprobó este jueves una reforma del Código Contravencional que, entre otras cosas, prohíbe la actividad de los "trapitos" y limpiavidrios, agrava las penas contra el acoso callejero, regula los ruidos molestos y crea figuras como la del hostigamiento digital.
Una de las modificaciones más esperadas es la que durante años reclamaron muchas ONG y ciudadanos que implica la oferta sexual en la vía pública.
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