Mario Burman, que trabaja en una editorial, había sido visto por última vez el 21 de junio por la mañana. Según detalló su hija Gabriela, se había ido de su domicilio vestido con una camisa celeste a rayas, suéter gris, pantalón gris oscuro y una campera negra. Desde entonces, no supieron más nada de él hasta ayer, que lo hallaron en la zona del Abasto.
El sábado su familia radicó la denuncia de su desaparición en la comisaría. En una publicación de Facebook que difundieron, aclararon que el hombre suele frecuentar los barrios porteños de Villa Crespo, Belgrano, Palermo y Once. Además, detallaron que fuma pipa y que podrían reconocerlo por eso.
"Tenemos miedo y estamos preocupados. Lo primero que queremos es que mi papá aparezca vivo", le dijo Gabriela a Télam. Consternada por la situación, aclaró que su papá estaba deprimido y que toda la familia recibió un mensaje suyo que decía: "Perdón, pero mi cuerpo no resiste más".
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