Portada  |  20 marzo 2018

Madre de soldado caído en Malvinas: "Cumpliré la promesa de devolverle su identidad"

En el cementerio de Darwin la semana próxima se identificarán las tumbas de 90 soldados de Malvinas. Telefe Noticias habló con la primera madre que accedió a dar una muestra genética para identificar los restos de su hijo.

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Luego de años de lucha, perseverancia y fe de los familiares de nuestros héroes de Malvinas, finalmente un contingente de alrededor de 240 personas viajará rumbo a las islas el próximo lunes 26 de marzo para visitar el cementerio de Darwin y dejar oficialmente inauguradas las placas de las tumbas con los 90 soldados cuyas identidades fueron reconocidas el año pasado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

“A los padres nos corre el tiempo, el más joven puede llegar a tener 75 años. Espero cerrar un círculo, por mi edad es la última vez que pisaré Malvinas", inicia la entrevista con telefenoticias.com.ar Raquel García Ugarte, la primera mamá a quien el Estado Nacional, en colaboración con la Cruz Roja Internacional y el Equipo Argentino de Antropología Forense, visitó el 30 de agosto de 2013, para que diera una muestra que permitiría llevar adelante el proceso de identificación de los caídos en Malvinas a través del ADN.

"Confío en la comisión de familiares, anhelo que todo salga bien y que estén las placas puestas en cada tumba. Fueron muchos años de mentiras. Me da miedo pensar en lo que me pasó en el año 2009, cuando di vueltas y vueltas, sin encontrar nada”, explica Raquel.

La identidad es un conjunto de características muy propias que permiten diferenciarnos del resto de las personas. Algo tan único y universal les fue quitado a nuestros héroes de Malvinas. Primero, por la desesperación y desorden generado en 1982 por la desgracia de la guerra; segundo, en el 2009 por la negligencia operativa que generó la pérdida de cruces ya nomencladas.

“En el 2009 fui a Malvinas con la idea de encontrar la tumba de mi hijo pero encontré las cruces cambiadas. Habían quitado las primitivas (de madera) y no tuvieron el cuidado de conservar las identificaciones. La que tenía mi hijo era el número de la medalla que le había dado el Ejército con su grupo sanguíneo. Las cruces finitas se sacaron porque se deterioraban por el clima, pero no se tuvo cuidado de poner la misma identificación en las cruces nuevas. Hasta pude haber pisado la tumba de Daniel y no haberme dado cuenta. No sé quién lo hizo, nunca tuve una aclaración sobre ese tema”, relata a Telefe Noticias.

”Rezar sobre una tumba que no tuviera nombre y decir que era la tumba de mi hijo, no era consuelo. Daniel cuando fue a Malvinas tenía dos nombres y un apellido", destaca Raquel, madre del soldado Daniel Ugalde.

Al viaje que se llevará a cabo el próximo lunes podrán asistir dos familiares por cada caído en Malvinas. Además, habrá médicos, psicólogos y sacerdotes que tienen programado dar una misa en el lugar. También serán parte de la comitiva el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, el ex combatiente y presidente de la Fundación "No me Olvides", Julio Aro, y el coronel retirado británico Geoffrey Cardoso, quien fue el encargado de coordinar el entierro de los argentinos en Darwin. La delegación viajará en un vuelo directo de 3 horas a Mount Pleasant, la base militar y aeropuerto de las islas.

Algunos familiares, a pesar de ser acusados de profanadores de cadáveres y "vendepatrias", siguieron adelante con la investigación y finalmente podrán ver las lápidas con el nombre y apellido de sus seres queridos, lo cual añoran desde el último viaje que realizó un grupo de argentinos en octubre de 2009, para emplazar en Darwin una imagen de la Virgen de Luján.

“Estamos juntos por una causa que debe unir al país, es una cuestión de Estado. Fue un proceso largo, no teníamos a dónde llorar a nuestros afectos perdidos”, manifiesta emocionado el ex combatiente de Malvinas y politólogo Ramón Garcés.

Cuando llega la identidad, llega la calma

El recuerdo de un evento traumático genera temor, se siente como si hubiera pasado ayer. “Este reconocimiento puede generar un alivio en el corazón de las familias, hay un lugar donde pueden llevarle una flor a sus hijos, es importante que puedan sentirlo así. Lo que les pase a nivel personal es único. Puede haber tristeza, bronca, miedo, angustia, hay que intentar elaborarlo de manera apropiada”, explica Liliana Traiber, psicóloga coordinadora de la Clínica de Ansiedad y Trauma del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco).

“Soy una mamá que perdió a su hijo en la Guerra de Malvinas. Un hijo que está enterrado en una tumba NN en la tierra por la que entregó su vida. Su cruz dice 'Soldado Argentino solo conocido por Dios'. No es el único: hay 123 cruces blancas sin nombre en el cementerio de Darwin", decía Raquel en 2013.

A días de viajar nuevamente a Malvinas, ella recuerda todo el camino andado y prediciendo aquel momento tan esperado frente a la tumba de su hijo piensa en decirle que cumplió su promesa: la de devolverle su identidad.

Informe de Adriana Sandro, Periodista y Lic. en Psicología - MN 53315  | 

Twitter: @adriana_sandro

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