Portada  |  03 noviembre 2017

La iban a trasplantar y descubrieron que tenía una “bola de gasas” adentro del cuerpo

Sucedió en Entre Ríos. Su hermano le iba a donar su riñón, pero debieron abortar el operativo.

Actualidad

Cuando parecía que el trasplante de riñón de Susana Retamar, programado para el último miércoles en el Sanatorio La Entrerriana de Paraná, no iba a tener mayores complicaciones –los estudios prequirúrgicos habían arrojado buenos resultados–, la sorpresa fue de terror.

“Cuando los médicos la abrieron se encontraron que tenía una bola, del tamaño de una pelota de ping-pong en el intestino grueso; primero creyeron que era un tumor, pero pronto descubrieron que se trataba de una bola de gasas”, contó Sandra, su cuñada.

“Los médicos lloraban de la angustia, la operación no se pudo hacer finalmente", agregó.

A su hermano Eliseo le sacaron el riñón y, ante este hallazgo en el cuerpo de su hermana, tuvieron que volver a intervenirlo para volvérselo a colocar (por lo que ahora se recupera de una doble herida). A Susana le sacaron la mayor cantidad de gasas e infección posible, ya que, según nos explicaron los médicos, la misma ya formaba parte de los intestinos”, relató la esposa de Eliseo.

Pero eso no fue lo peor. Susana no podrá ser trasplantada, al menos, por cinco años. Y tampoco, después del sacrificio realizado para poder concretar la intervención, podrá ser su hermano quien le done el órgano en un futuro.

Según estima la familia, las gasas habrían quedado en el cuerpo de Susana en la última operación –antes se había sometido a dos más–, que tuvo lugar hace más de 20 años en el Hospital Centenario de Gualeguaychú.

Ambos hermanos deberán permanecer internados en el sanatorio de Paraná al menos una semana. “Eliseo está bien y, a pesar de todo, Susana también”, expresó Sandra, al tiempo que agradeció a todos los que compraron las pizzas y rifas que les permitieron viajar hasta Paraná para el fallido trasplante. (ElDiaOnline.com)

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