Los abuelos Pascuala Sánchez de 88 años y Juan Rojas de 97 años se enteraron a partir de un volante que su casa de Llavallol estaba en remate. A partir del apoyo de los vecinos y la intervención del Municipio de Lomas de Zamora, lograron evitar el desalojo.
El problema surgió de una “estafa” del abogado Juan Carlos Escudero, quien le tramitó la jubilación a Rojas, de ahora 97 años. A pesar de haber recibido el pago por sus honorarios, el letrado exigía un porcentaje de un bono extra que había cobrado el abuelo, y como no fue pagado, dispuso embargar la propiedad, explicó su nieta Alejandra Luque.
La “deuda” inició hace 30 años, y el cúmulo alcanzó un costo de 60 mil dólares, “el valor de la vivienda”, estimó Alejandra en diálogo con el programa radial Política del Sur. El abogado falleció, pero la causa fue continuada por su hijo.
“La primera fecha de desalojo fue interrumpida gracias a la convocatoria que tuvimos de los vecinos y por las redes sociales. No dejaron pasar al cerrajero a la casa”, contó la nieta, responsable de visibilizar el conflicto. A su vez, agradeció la intervención de funcionarios del Municipio que brindaron la colaboración.
Entonces, Alejandra celebró: “Conseguimos que no haya un desalojo tan brusco como el que pensábamos”, y aclaró que el dueño, de apellido Ramírez, “no sabía de esta situación. Ni bien se entera, pactamos un diálogo al que fue muy accesible”.
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