Portada  |  10 febrero 2018

La escalofriante frase del instructor de los cadetes de La Rioja: "Si tiene que morir, que muera"

Al mediodía tuvo sólo media hora para almorzar en su casa y volver al entrenamiento al rayo del sol. Eran las primeras horas de la tarde, cuando el calor comenzaba a hacerse cada vez más intenso.

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Emanuel garay, de 19 años, se despertó a las cinco de la mañana, se puso el uniforme que le habían asignado y se fue. Cursaba el primer año en la escuela de policía de La Rioja.

Al mediodía tuvo sólo media hora para almorzar en su casa y volver al entrenamiento al rayo del sol. Eran las primeras horas de la tarde, cuando el calor comenzaba a hacerse cada vez más intenso.

Cuando sus compañeros intentaron ayudarlo, el instructor les dijo: "Déjenlo. Si tiene que morir, que muera". El cuerpo de Emanuel quedó durante algunos minutos tendido al sol que quemaba. Cuando sus compañeros lo vieron convulsionar, desoyeron las órdenes, le tiraron un balde de agua y lo llevaron al hospital más cercano.

Durante cinco días estuvo internado en gravísimo estado y nunca se pudo recuperar. Emanuel murió en la madrugada de este sábado.

"Otras once personas también se deshidrataron. Es una locura pensar en hacer un entrenamiento a esa hora del día sin agua. Sus órganos comenzaron a fallar y cayó tendido", contó Adrián Garay, el hermano del cadete fallecido.

"Queremos justicia porque esta no es la primera vez que pasa. Todavía hay 4 cadetes internados y uno de ellos tiene los riñones muy comprometidos. Les destruyeron la vida", concluyó Adrián.



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