Portada  |  22 febrero 2017

La carta de la joven que denunció a rugbiers por abuso: “Mi vida se volvió un infierno”

"Sólo fui una ‘cosa’ que usaron para calmar sus más bajos instintos", escribió la chica mendocina de 24 años, que cargó contra los deportistas. "Nadie inventaría algo así".

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La chica mendocina de 24 años que denunció por abuso sexual a jugadores de la Unión de Rugby de Cuyo, escribió una carta abierta en la que contó el drama que vive y cargó contra los acusados, tras los dichos de la defensa de los jóvenes, que la acusó por falso testimonio.

El hecho ocurrió el pasado 22 de diciembre, en los festejos por la consagración del equipo en el Seven de la República. La joven aseguró que fue atacada durante la fiesta: tomó un trago y después de eso no recuerda nada. Al día siguiente se levantó y cuando fue al baño sintió dolor en la vagina. Después su hermana la llamó y le preguntó si era cierto que se había acostado con cinco de los jugadores. Ella dijo que no, que era imposible. 

La joven hizo la denuncia en la Oficina Fiscal Nº15, y el Cuerpo Médico Forense realizó los estudios pertinentes, pero no se logró determinar la existencia de lesiones producto. Sin embargo, podría haber consumido, sin darse cuenta, una sustancia que vulneró su voluntad. Sí encontraron, en cambio, una conversación entre la denunciante y el manager por Whatsapp, donde la chica le pregunta con cuantos jugadores tuvo sexo y el hombre le contesta con los nombres de cuatro deportistas. 

Los cuatro jugadores fueron imputados por “abuso sexual agravado con acceso carnal”, aunque todos quedaron libres por no tener antecedentes, y luego de pagar una fianza personal de 150.000 pesos.

En la carta la chica contó el drama que vive desde que fue víctima de abuso y cargó contra los deportistas, quienes ante la Justicia aseguraron tener el consentimiento de la joven, a quien conocían ya que también practica ese deporte. "Tener que escuchar que mienten sobre lo ocurrido, que digan que yo violé a un grupo de cinco hombres, que yo busqué esto por haber ido a la fiesta y tomado alcohol, que busco prensa, dinero y mil cosas más, dignas de personas verdaderamente muy malas, poco racionales y, prácticamente, nada humanas”.

Todos los imputados consigna el diario Los Andes -Lisandro Biffi, Ignacio Ceschin, Sebastián Vanin, Enzo Falaschi, Maximiliano Filizzola y Ezequiel Pelaia,- están imputados por abuso sexual agravado son menores de 25 años. El manager del equipo, José "Gaita" Hervida, dueño de la casa donde se realizó el evento, fue imputado por abuso sexual simple.

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"Sólo una mente perversa inventaría algo así"

Quiero contar lo más triste que me pasó en la vida. Nunca imaginé encontrarme en esta situación tan dolorosa. Si fuera por mí, no desearía hablar de algo que tanto daño me hace, pero es tanta la presión y la impotencia, que decidí expresar un poco de lo que siento frente a tanta injusticia.

Me parece muy injusto haber ido a una fiesta a pasar un buen rato con mis amigas y que haya terminado todo tan mal como terminó, que cinco "hombres" hayan abusado de mí. Nunca me imaginé y menos sospeché que gente de mi entorno, con las cuales compartimos la misma pasión por el rugby, me traicionaran de esta manera.

Quiero y necesito aclarar que en ningún caso, ni bajo ninguna circunstancia, hubiera aceptado estar en esa horrible situación con cinco hombres. Esa noche no di mi consentimiento para nada de todo lo que pasó. Me robaron mi dignidad sin importarles nada. Solo fui una "cosa" que usaron para calmar sus más bajos instintos. "

"Ellos" decidieron por mí. No es normal que cinco hombres se acuesten con la misma mujer en tan poco tiempo y frente a personas mayores. Ya no es suficiente decir no, a mí ni siquiera me dejaron decir "NO".

Como si todo lo que pasó esa noche fuera poco, mi vida cambió y se volvió un infierno. No es solamente denunciar el hecho y listo, no. Significa someterme a miles de cosas horribles e ir a lugares donde no quiero estar. Es intentar procesar todo lo que pasó y estoy pasando, y buscarle algún sentido. Tener que escuchar que mienten sobre lo ocurrido, que digan que yo violé a un grupo de cinco hombres, que yo busqué esto por haber ido a la fiesta y tomado alcohol, que busco prensa, dinero y mil cosas más, dignas de personas verdaderamente muy malas, poco racionales y, prácticamente, nada humanas. Dicen que esto yo lo inventé, que podría sacar provecho, solo en una mente perversa, esta sea una manera. Nadie inventaría una cosa así.

Significa estar mal, angustiada, llorar todo el tiempo y de la nada, no poder sonreír con las mismas ganas y felicidad que antes lo hacía, es intentar estar bien sin poder lograrlo. Abandonar todas mis actividades cotidianas. Es tan difícil entender que la vida sigue.

No deseo semejante dolor a nadie, ni siquiera a las personas que tanto daño me hicieron y me siguen haciendo. Ojalá nunca se encuentren con una hermana, una madre, una hija, una nieta, una novia, una amiga, ni a nadie en esta situación.

Foto: Gentileza Los Andes.

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