El gobierno porteño mantiene desde ayer un operativo de seguridad con más de 500 efectivos para evitar la reinstalación en la zona de unas 300 personas que venden productos de origen ilegal o dudoso en mantas sobre la vereda y fueron desalojadas por orden judicial.
Un grupo de manteros cortó esta mañana el tránsito en la avenida Avellaneda, entre Cuenca y Campana, donde la protesta derivó en corridas y enfrentamientos con la policía, y un hombre de origen senegalés fue detenido.
Fuentes policiales consultadas por DyN dijeron que la persona fue detenida por "daños y resistencia a la autoridad".
Los incidentes comenzaron alrededor de las 11, cuando los manteros interrumpieron el tránsito en la avenida Avellaneda, insultaron a los comerciantes de la zona y los obligaron a bajar las persianas de los locales.
Los manifestantes golpearon automóviles estacionados y arrojaron piedras a los uniformarlos, por lo que cuando los policías procuraron detenerlos se produjeron forcejeos y hubo corridas.
Los manteros, que intentaron volver a instalarse en la zona, resisten la medida judicial de desalojo de la vía pública y rechazan la decisión de las autoridades de mudarlos a un galpón del barrio porteño de Once.
"El lugar es extremadamente reducido para contener a los casi tres mil manteros que en los últimos meses fueron desalojados en distintos barrios porteños como Caballlito, Once, Flores y la
Avenida Avellaneda", advirtió Omar Guaraz, de la organización Vendedores Libres.
"Lo que queremos es a todos los manteros adentro de una solución y no a unos pocos que puedan acceder a un galpón", sostuvo Guaraz en declaraciones a la prensa.
El vocero de los manteros dijo que el gobierno porteño pretende "deslegitimar todas nuestras protestas" y ratificó que los galpones "no son solución" para los vendedores informales.
El operativo de seguridad había comenzado en la madrugada de ayer, cuando unos 500 efectivos de la Policía Federal y Metropolitana bloquearon la instalación de manteros en Avellaneda.
Los uniformados se desplegaron a lo largo de diez cuadras de la avenida Avellaneda, entre Condarco y Bahía Blanca, y se apostaron en el lugar para impedir que se instalen unas 300 personas que a diario venden mercadería de origen ilegal o dudoso en mantas sobre las veredas.
El fiscal porteño Luis Cevasco dijo ayer que "desde el Ministerio Público Fiscal pedimos al gobierno de la Ciudad que impida que se siga cometiendo esta infracción a la ley. El operativo es consecuencia de ese pedido y durará lo que tenga que durar para que la venta callejera cese".
"La justicia no investiga a los manteros sino a las organizaciones que los explotan", sostuvo, y dijo que "del futuro de los manteros se ocupará el gobierno porteño a través de su ministerio de
Desarrollo Social".
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