Portada  |  24 julio 2017

"Imagináte si no había nadie que me lo sacara de encima", el dramático relato de una joven que casi termina ahorcada por decirle que no a un hombre

La joven fue a tomar algo con amigas y casi termina en tragedia. Magdalena publicó lo vivido en su cuenta de Facebook y el relato se viralizó

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Magdalena tiene 25 años y vive en Mar del Plata. Como muchos sábados, la joven decidió salir con sus amigas a un bar para aprovechar la noche. Sin embargo, lo que prometía ser un momento de diversión, se convirtió en tormento. Un grupo de chicos que estaba frente a ellas intentó sumarse a su mesa, pero ellas lo rechazaron: "Uno, esta porquería de persona, me dice "están tan buenas que intimidan" y me agarra. Le quito la mano. Le pido por favor que dejen de molestar, ya harta, y que se de vuelta de una vez. Mi amiga, lo mismo. El chabón se para, se pone frente con frente con mi amiga, cual jugador de fútbol enojado, y le quiere pegar. En esos microsegundos, lo agarro del hombro para evitar que le pegue a ella y ver si podía hablar con él. Con ese envión, me agarra del cuello y me empieza a ahorcar. Sí, adentro de Blühen. Sí, adelante de todos".

"Me baja de la banqueta del cuello y me seguía ahorcando en el piso. Percibí esa caída como si durara cinco horas, no me entraba más aire. Quise llevarme las manos a la garganta para sacármelo pero los brazos ya no me respondían. Los ojos se me estaban cerrando. Pensé que me iban a matar. Por suerte estaba lleno de gente de esa que vale la pena, y entre un par me lo pudieron sacar de encima. Todavía no caigo. Lloré y me abracé de todo el mundo que venía a consolarme. Abracé a mi amiga como nunca", relató la joven en su cuenta de Facebook.

El caso se conoció luego de que Magdalena publicara un texto en Facebook contando lo que pasó. El agresor fue imputado por "lesiones leves" y declaró ante el fiscal de Flagrancia interviniente, Facundo de la Canale. Sin embargo, el joven quedó liberado horas después porque no tenía antecedentes. Desde el local repudiaron el ataque, difundieron un comunicado solidarizándose con la víctima y ofrecieron las cámaras de seguridad a la justicia.

EL TEXTO COMPLETO QUE ESCRIBIÓ MAGDALENA

Nunca dimensionas la gravedad de lo que está pasando hasta que te pasa a vos. Lo intentás, lo sé. Pero no sabes lo terrible que se siente. Anoche salí con mi amiga a tomar algo a Blühen, en Mitre y Alvarado. Llegamos tipo diez de la noche. A mi derecha había una mesa con tres flacos entre 24 y 28 años. Se pusieron densos. Esperaban que una de las dos fuera al baño para "aprovechar". Así, desde que llegamos.

Las mujeres, posta, estamos 'bastante acostumbradas" a lidiar con estas situaciones. Siempre algún boludo se quiere pasar de vivo a ver si engancha. De verdad que a estos pibes los tratamos con mucho respeto, pero siempre marcando que no, que no queríamos fumar con ellos, que no queríamos ir a ningún lado con ellos, que queríamos estar solas y charlar entre nosotras porque así estábamos bien y que nos disculparan. No les gustó. Siguieron insistiendo.

Uno, esta porquería de persona, me dice "están tan buenas que intimidan" y me agarra. Le quito la mano. Le pido por favor que dejen de molestar, ya harta, y que se de vuelta de una vez. Mi amiga, lo mismo. El chabón se para, se pone frente con frente con mi amiga, cual jugador de fútbol enojado, y le quiere pegar. En esos microsegundos, lo agarro del hombro para evitar que le pegue a ella y ver si podía hablar con él. Con ese envión, me agarra del cuello y me empieza a ahorcar. Sí, adentro de Blühen. Sí, adelante de todos.

Me baja de la banqueta del cuello y me seguía ahorcando en el piso. Percibí esa caída como si durara cinco horas, no me entraba más aire. Quise llevarme las manos a la garganta para sacármelo pero los brazos ya no me respondían. Los ojos se me estaban cerrando. Pensé que me iban a matar. Por suerte estaba lleno de gente de esa que vale la pena, y entre un par me lo pudieron sacar de encima. Todavía no caigo. Lloré y me abracé de todo el mundo que venía a consolarme. Abracé a mi amiga como nunca.

Llegó la policía y se lo llevaron. Hice la denuncia. Pedí una ambulancia en el lugar porque me duele mucho el cuello y no podía tragar bien, pero sabés qué? No cuenta con asistencia médica.

Recién vengo de la clínica, estoy bien. En realidad no tanto, de vez en tanto lloro, y no lo puedo creer. Este flaco no tiene que andar suelto. Tenemos que hacer algo. Ayudame a mi, y cuidemos a cualquier otra compañera... Imaginate si no había nadie que me lo sacara de encima. Imaginate si nos agarra solas. Enojado porque decimos que NO. Enojado porque YO DECIDO.

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