Abraldes solicitó que se instruya el juicio oral contra el padrastro del niño, Leandro Sarli, quien permanece detenido y procesado por "homicidio agravado por alevosía", cargo que también pesa sobre la madre del menor de edad, Bárbara González Bonorino, que se
encuentra en libertad, informa la agencia DyN.
El fiscal pidió que se inicie una investigación contra las docentes, el padre biológico, la niñera y los vecinos del edificio donde vivía el niño y manifestó que tuvieron una actitud de "pasividad" ante lo que calificó como "un funesto escenario de violencia física y maltrato infantil".
Abraldes, según publicó el sitio web Fiscales.gob.ar, solicitó que se investigue por posible encubrimiento a la maestra del Jardín de Infantes Nº 2 de Flores, Alejandra Bellini, y su directora, Elsa Vincova.
Las docentes fueron separadas del cargo por el gobierno porteño hasta determinar sus resposabilidades y los gremios educativos, que hicieron un paro en apoyo a las maestras, denunciaron que no cuentan con recursos para derivar los casos de violencia.
La maestra afirmó en forma pública que la madre del niño atribuyó a consecuencias de caídas las marcas que presentaba el menor de edad cuando concurría al colegio y sostuvo que había presentado certificados médicos.
El fiscal también pidió que se investigue a cinco vecinos que declararon haber sido testigos de la violencia que sufría el menor de edad y a la niñera que, por su función de cuidado, debió por lo menos comunicarse con una autoridad policial, fiscal o judicial.
Abraldes reclamó que se determine si el padre del niño, Marcos Marrero, puede ser investigado por "homicidio agravado por el vínculo", porque tenía "conocimiento efectivo" de la violencia perpetrada contra su hijo a pesar de vivir en Villa Gesell, porque las
agresiones se registraron durante mucho tiempo.
Asimismo, pidió a la jueza a cargo del caso, Silvia Ramond, que el padrastro sea enviado a juicio por el delito de homicidio agravado, por haber sido cometido por alevosía y ensañamiento, y la madre del menor de edad por homicidio por omisión, por considerar
que no evitó el hecho.
El menor de edad fue asesinado el 7 de junio y en el expediente consta que el padrastro lo golpeó y le provocó la muerte.
Tras el hecho, el hombre llamDo al Same y sostuvo que el niño, cuya autopsia reveló que tenía el hígado destrozado por la golpiza, se lastimó al caer de la bañera.
La autopsia determinó que el niño sufrió "desgarro hepático, hemoperitoneo, hemorragia perirrenal y hematoma subdural" y reveló que se encontraron heridas anteriores a las que le causaron la muerte.
El ataque fue confirmado por la hermana del niño, de 8 años, en el sistema de Cámara Gesell, donde dijo que su padrastro se enojó cuando su hermano se puso el pantalón al revés, por lo que empezó a golpearlo y lo levantó del cuello en el aire.
El asesinato derivó en un conflicto entre autoridades educativas de la ciudad de Buenos Aires y docentes del colegio donde asistía el niño, que fueron sancionadas por no denunciar los ataques a los que era sometido el menor de edad.
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