Portada  |  15 junio 2017

El drama de la familia del colectivero asesinado a balazos en Claypole

"Tenía cinco hijos, un nieto, la ilusión de seguir viviendo, pero estos desgraciados le sacaron la vida", dijo el hermano de la víctima, en medio del dolor por la pérdida.

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Delincuentes asesinaron a tiros a un colectivero, mientras escapaban de un intento de robo en la localidad bonaerense de Claypole, en el partido de Almirante Brown.

Ocurrió el miércoles por la medianoche, cuando Carlos Ernesto Sánchez, de 41 años, finalizaba el recorrido de la línea 514. Delincuentes intentaron robar una moto y al darse a la fuga, uno de los tiros impactó en la cara del colectivero, que estaba a dos cuadras de la terminal y que falleció en el instante.

El colectivo, fuera de control, siguió unos metros, se subió a la vereda y se incrustó contra la barrera ferroviaria.

El hombre que se salvó de que le robaran la moto contó que los delincuentes dispararon para que ellos no vieran hacia dónde escapaban.

Tras el crimen de Sánchez, quien tenía cinco hijos y un nieto, los choferes de la zona sur iniciaron un paro de actividades previsto hasta la medianoche del jueves.

Además, un grupo de colectiveros marchó hacia el Ministerio de Seguridad bonaerense, en La Plata, para reclamar medidas de protección.

Hermano del colectivero asesinado: "No se puede más"

Los manifestantes quemaron gomas, aplaudieron y portaban carteles, entre ellos uno que decía "Justicia por Carlitos", en referencia al chofer muerto.

Roberto Fernández, jefe de la UTA nacional, aseguró que la situación que se vive por la delincuencia, principalmente en el conurbano bonaerense, es "peor que una guerra" y "todos los días nos matan como perros".

"Ni con guardaespaldas podemos andar; esto es peor que una guerra. Yo me puedo poner cara a cara con la gobernadora (María Eugenia Vidal), con el ministro (Ritondo). Pero nadie puede garantizar la vida de nadie. Hay que buscar más esfuerzos", reclamó.

Entre las líneas que adhirieron al paro se encontraban las 160, 318, 165, 148, 178, 266, 98, 159, 22, 219, 300, 372, 584 y 619.

Por su parte, Pablo Sánchez, hermano de la víctima y también colectivero, dijo que estaban "destruidos" por el homicidio y contó que el trabajador muerto llevaba 18 años en la empresa.

"Tenía cinco hijos, un nieto, la ilusión de seguir viviendo, pero estos desgraciados le sacaron la vida", lamentó.

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