Portada  |  13 noviembre 2018

El dolor de la familia de Zaira

Actualidad

Diego Rodríguez, el abuelo de Zaira, contó que la noche que asesinaron a la piloto de karting de 21 años en Villa Ballester la estaba esperando toda la familia para ir a festejar el cumpleaños de su mujer. “Yo pienso en mi nieta... Ojalá me la hubieran dado a mí, total yo ya viví”, dijo, quebrado.

Diego relató que el sábado pasado, alrededor de las 21.30, Zaira y su novio, corredor del TC Mouras Nicolás Impiombato, habían llegado a la casa de Sarmiento y Lamadrid, en Villa Ballester, en el auto del joven piloto, un Volkswagen Gol Trend color blanco.

Pero cuando el Impiombato arrancó, otra moto lo interceptó. No frenó. “Quedó abajo del coche y la arrastró como 50 metros. Por suerte, no lo mató porque si no hubiera quedado preso él. Y el que se había tirado de la moto disparó cuatro, cinco tiros de atrás y uno fue directo a Zaira”, recordó Diego.

Diego agregó que el novio de Zaira “trató de huir para que no los agarraran” y que en un primer momento él pensó que se había “tratado de un secuestro”. Agregó que cuando su hijo escuchó los tiros, "gritó 'Zaira, Zaira', con la intuición de un padre”.

A partir de la identificación del dueño de la moto que participó del crimen de Zaira, los investigadores establecieron que uno de los asaltantes podría ser un joven de la zona con antecedentes penales, por lo que siguieron esa pista.

El seguimiento de las cámaras de seguridad permitió observar que ese sospechoso estaba minutos antes del crimen a bordo de su moto pero luego se lo vio a pie y en dirección a la villa "La Rana", la misma adonde el viernes pasado por la tarde Alma Yulatti, una nena de 4 años, fue baleada cuando su mamá ingresó por error a ese asentamiento siguiendo los datos de su GPS.

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