La Justicia dictó la prisión preventiva a Gilad "Nicolás" Pereg, el ex militar israelí imputado por los asesinatos de su madre Pyrhia Sarusi (63) y de su tía Lily Pereg (54).
En tanto, el israelí llamó la atención por su extraño comportamiento: entró y salió maullando de la sala de audiencias, una especie de "homenaje" a las mascotas que tenía en su precaria vivienda de Guaymallén, donde finalmente enterró los cuerpos de las mujeres.
Pereg amenazó a los jueces: "Quiero estar con mis hijos (gatos) si no me corto las venas".
Su accionar coincide con su pericia psiquiátrica, que describe a Gilad como hostil, evasivo, desafiante, irónico y confrontativo; es indiferente excepto por la vinculación con sus mascotas; y oculta y manipula información en forma ganancial.
El imputado respondió con evasivas, no reconoció su nombre -aseguró que se llama Floda Reltih (Adolf Hitler al revés), señaló que tiene 37 hijos (en referencia a sus gatos) y hasta se orinó frente a las autoridades de la Justicia.
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