En los últimos cinco años, pasó de un 16 a un 55 por ciento la cantidad de maternidades públicas de la Provincia que promueven el derecho de las embarazadas a elegir con quién estar en el trabajo de parto, nacimiento y posparto.
Los avances en el ejercicio de este y otros derechos vinculados al proceso de parto, fue el eje de la Primera Cumbre de Maternidades Seguras y Centradas en la Familia, que organizó hoy el gobierno de la provincia de Buenos Aires en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata.
Allí estuvieron los referentes del ministerio de Salud de la Provincia, de Unicef y de las 66 maternidades que se convirtieron en “Seguras y Centradas en la Familia”: “Esto quiere decir que en esos establecimientos, la familia y en particular la embarazada y su bebé, son los protagonistas mientras que el equipo de salud debe ponerse al servicio, respetar todos sus derechos y trabajar para proporcionarle la mejor atención”, explicó el ministro de Salud, Alejandro Collia.
"El parto acompañado disminuye el dolor, la necesidad de anestesia, los tiempos del trabajo de parto y la necesidad de cesáreas y, como consecuencia, los bebés nacen con un mejor estado general”, agregó el ministro. Y recordó que la ley nacional 25.929, en su artículo 2, explicita el derecho de toda embarazada “a estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto".
LOS MÁS ELEGIDOS
Los datos relevados por la dirección de Maternidad e Infancia de la cartera sanitaria de la Provincia muestran que son las parejas de las parturientas las más elegidas como compañía en el trabajo de parto, parto y posparto, con el 75 por ciento de los casos. Mientras que, en segundo lugar (20%), aparecen las madres de las embarazadas. En algunos casos, en tanto, ellas eligen a una amiga como la mejor compañía para atravesar el sensible proceso del nacimiento.
"El equipo de salud aprendió a que las embarazadas no solo tienen derecho a ser acompañadas por quien desean sino también a elegir la posición para parir y a saber todos los procedimientos médicos que se les harán siempre que ellas presten consentimiento”, agregó la directora de Maternidad e Infancia, Flavia Raineri.
Antes, en cambio, la típica posición ginecológica (la acostada con las piernas abiertas) se imponía por comodidad para el médico y el equipo de salud. Hoy, en cambio, se fomenta el protagonismo de la mujer en el parto y la libertad de elegir la forma de atravesar uno de los momentos más importantes e inolvidables de su vida.
DERECHOS DE MADRE
La violencia obstétrica es parte de la violencia de género. Sin embargo, una mujer no puede defender sus derechos si no los conoce. Un parto es respetado si se cumplen las siguientes condiciones:
-La mujer debe ser informada sobre las intervenciones médicas que pudieran tener lugar durante el proceso de parto, de manera que pueda optar libremente en caso de que existan diferentes alternativas.
-Debe ser tratada de modo individual y personalizado, en consideración con sus pautas culturales.
-La embarazada no está enferma. Debe ser considerada como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.
-Tiene derecho al parto natural, respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación si no es estrictamente necesario.
-Debe ser informada sobre la evolución del parto y el estado de salud de su hijo o hija.
-Es aconsejable y necesario que esté acompañada por una persona de confianza durante el trabajo de parto, el parto y postparto.
-Debe tener a su lado al bebé durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.
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