Portada  |  09 agosto 2018

Ecos de una explosión trágica en Moreno

A una semana del estallido en la escuela 49, un grupo de madres se organizó para dar de comer a los chicos y contenerlos ante la falta de clases. Mientras tanto, siguen recibiendo donaciones repartidas entre vecinos para dar respuesta a las necesidades del barrio.

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A una semana de la explosión de la de la Escuela Primaria 49 Nicolás Avellaneda de Moreno, crece la angustia en el barrio San Carlos. El dolor por las ausencias de la vicedirectora Sandra Calamano y de Rubén Rodríguez, auxiliar docente, se suman a que el colegio sigue cerrado.

"Queremos nuestras escuela, nuestros hijos necesitan volver a su ambiente", sostuvo una de las madres.

Mientras tanto, frente a la escuela, madres y docentes se reúnen en la sede de la Iglesia Familiar Cristiana de la Asamblea de Dios para organizar la ayuda de las familias que más lo necesitan. Allí les dan las viandas para el desayuno, el almuerzo y la merienda a los casi 450 chicos que asistían al colegio de doble jornada que estalló por un escape de gas. También les dan tareas escolares para que realicen en sus casas.

La escuela seguirá cerrada hasta que la fiscal que Gabriela Urrutia, quien tiene a su cargo la causa en la UFI 8 de Moreno, autorice a los responsables a reingresar a la sede que por ahora está vallada. Según reveló el testimonio de padres y alumnos, las autoridades habían denunciado pérdidas de gas ante el Consejo Escolar de Moreno al menos unas ocho veces antes de la explosión trágica que lo cambió todo.

Según publicó el diario La Nación, el director de Educación de la provincia de Buenos Aires, Sergio Siciliano, explicó que los chicos serán derivados a partir de la semana próxima a tres escuelas de la zona mientras se realizan las tareas de reparación del colegio. Además trabajan sobre las consecuencias psíquicas de los alumnos y maestros.

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