El hombre, identificado como Manuel Marcelino Gutiérrez, estaba prófugo desde el 2015 y fue detenido el pasado 12 de enero.
"Este procedimiento fue una consecuencia del profesionalismo de las fuerzas federales. Estamos cumpliendo nuestro compromiso de buscar a todos aquellos que cometieron algún delito y evaden sus responsabilidades ante la Justicia", aseguró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El caso se remonta a finales de 2009 cuando allanaron la casa del empleado del Correo Argentino tras una denuncia de su suegra por violencia familiar.
En ese operativo las autoridades hallaron 26 bolsas con más de 19.300 cartas, escondidas en diversos ambientes y hasta dentro del lavarropas, con piezas abiertas y con algunas que databan de 2007.
La Justicia lo condenó en febrero de 2015 a un año de prisión en suspenso por violar y ocultar correspondencia.
En julio de 2017 lo citaron para labrar un acta compromiso de sus condiciones de la sentencia pero nunca pudieron ubicarlo.
"El condenado, pese a los reiterados y sucesivos intentos de este Juzgado de Ejecución, no ha cumplido con la presentación requerida, ni tampoco informado un cambio de domicilio, ni pagado las costas, ni asumido ninguna otra de las obligaciones impuestas en la sentencia", sostuvo el juez federal Enrique Guanziroli Guanziroli, quien decidió hacer efectiva la prisión.
Cuando estalló el escándalo por el caso hace años, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia había ordenado que las cartas secuestradas se entregaran.
Al momento del allanamiento Gutiérrez contó que estaban "tapados de trabajo", por lo que llevaba las cartas a su casa para organizarlas. Se trataba de piezas simples, que se dejan en buzón o bajo puerta.
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