La muerte de Emanuel Garay, el cadete de 19 años sometido a un entrenamiento extremo en La Rioja, desató una crisis política en la provincia: el gobernador Sergio Casas echó al secretario de Seguridad, Luis Angulo, y al jefe de la Policía, Luis Páiz.
Ocho policías de la Escuela de Cadetes de La Rioja fueron detenidos de forma preventiva y acusados de estar involucrados en los ejercicios de entrenamiento extremo que provocaron la hospitalización de nueve aspirantes y, hoy, la muerte de uno de ellos, Emanuel Garay , de 19 años.
Están alojados desde ayer a las 23 en el departamento de bomberos de la provincia y serán derivados al servicio penitenciario a la espera de que el juez los cite a declarar. Ayer la imputación era por "lesiones gravísimas", pero con la muerte de Garay, esta madrugada, la carátula cambió a "homicidio".
El fiscal general de La Rioja, Hugo Montivero, informó que "son cuatro oficiales y cuatro comisarios y aún hay que identificar a cadetes de grado superior que también intervinieron". Fueron detenidos poco después de la muerte del joven, quien permanecía internado desde hacía cinco días.
Además confirmó que durante el entrenamiento al que fueron sometidos los jóvenes había alerta naranja y que las temperaturas en la provincia en los últimos días alcanzaron los 50° de sensación térmica.
Montivero afirmó que hay antecedentes de abuso durante la instrucción policial en esa provincia: "Tuvimos episodios parecidos pero no de esta gravedad; con lesiones y problemas de salud producto de los entrenamientos, pero no al punto de ser hospitalizados".
El letrado también informó acerca del cuadro con el que llegó Garay al Hospital Vera Barros: "ingresó con un severo proceso de deshidratación, una severa falla renal aguda y un cuadro de descomposición y se lo asistió con respiración mecánica".
"Ahora vamos a indagar cuál fue la causa de la muerte, cuál de esas dolencias habría provocado este desenlace", añadió.
Emanuel se descompensó el lunes durante un intenso entrenamiento que había comenzado a las cinco de la mañana y durante el que, denuncian sus familiares, no le permitieron tomar agua. Tuvieron un descanso de una hora alrededor de las 14 y continuaron por la tarde hasta que doce cadetes, entre ellos Emanuel, se deshidrataron y debieron ser hospitalizados. Cuatro de ellos ingresaron con cuadros clínicos graves. En total había unos 200 aspirantes a policías, entre hombres y mujeres, entrenando al rayo del sol y bajo condiciones extremas.
Fuente: Télam
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