En el marco de una investigación por una causa de narcotráfico y como consecuencia de una serie de allanamientos dispuestos por el juez Juan Pablo Massi, fue detenido Juan Manuel Zalloecheverría, hijo de uno de los participantes de aquel resonante caso.
En uno de esos procedimientos se ubicó un recinto dispuesto con material e información referida a una sucursal del Banco Francés, de aquella ciudad balnearia, incluyendo planos, fotos y uniformes de la empresa privada que se ocupa de la seguridad de esa entidad.
Juan Manuel, hijo de Julián Zalloecheverría, quien ofició de chofer de los delincuentes para apoyar la huida de los delincuentes en enero de 2006, organizaba un robo similar.
En aquella oportunidad, el robo resultó exitoso, pero la banda cayó por culpa de la pareja de uno de ellos, Alberto "Beto" De la Torre: Su mujer, de quien estaba a punto de separarse, lo denunció.
A de la Torre le encontraron en su casa 700.000 dólares, 54 monedas antiguas y 33 relojes de lujo. Luego de él cayeron otros cuatro cómplices, incluyendo a Zalloecheverría, y todos fueron sentenciados a penas de entre 9 y 21 años de prisión.
El hecho delictivo realizado entonces y que ahora el joven quería emular ocurrió el 13 de enero de 2006 cuando varios sujetos ingresaron disfrazados a la sucursal del por entonces Banco Río y tomaron alrededor de 23 rehenes, mientras que la policía instaló un operativo para poder negociar y que depusieran su actitud.
Tras más de 10 horas de negociaciones, los rehenes se dieron cuenta que los delincuentes ya no estaban dentro del banco, y cuando ingresó la policía comprobó que se habían fugado a través de un boquete que conectaba con un ducto de agua que salía al río.
Los delincuentes robaron 146 cajas de seguridad con un total estimado en 8 millones de dólares y se burlaron de las fuerzas de seguridad con un mensaje que dejaron en el piso de la bóveda del banco junto a tres réplicas de pistolas: "en barrio de ricachones, sin armas y sin rencores, es sólo plata y no amores".
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