De acuerdo a testimonios, una gran cantidad de personas se encontraba al costado del dique de Potrerillos, en un día de descanso, aunque fueron advertidos sobre la posible crecida del río por la tormenta.
La crecida sobrevino después de las 14 del sábado, y los veraneantes lograron irse, aunque no pudieron evitar que, en algunos casos, la corriente de agua se llevara vehículos, como también sombrillas y otras pertenencias.
El Diario Uno, de Mendoza, informó que dos dotaciones de bomberos y la policía lucharon contra el barro y la pendiente para rescatar los rodados. Y que por la noche hubo derrumbes en la ruta 7 a la altura de la curva de Guido.
"La tormenta venía del suroeste, justo en dirección de ese río y en cuestión de 15 minutos cayó muchísima agua y después comenzó el granizo. Nosotros dejamos de navegar y advertimos a la gente de que saliera del agua, pero no todos lo hicieron", dijo Mariano Alguacil, titular de una empresa de veleros, informó el diario mendocino.
Gustavo Tiritera, de Bomberos Voluntarios de Luján, dijo por su parte: "A nosotros nos llegó el llamado del 911 porque los bomberos de Potrerillos no daban abasto. Cuando llegamos, encontramos que el alud se había llevado varios autos y tuvimos que trabajar con dos dotaciones nuestras, una camioneta 4x4 y algunas máquinas que nos aportó la empresa Cartellone para poder retirarlos del cauce del río".
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