Portada  |  08 julio 2020

Acuerdo unánime del protocolo universitario para el regreso a las

El Ministerio de Educación de la Nación, por medio de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), junto con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) aprobaron de forma unánime el Protocolo Marco y los lineamientos generales para el retorno a las actividades académicas presenciales en las universidades e institutos universitarios una vez que la situación epidemiológica por el coronavirus lo permita.

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El Protocolo que habilitará el regreso a las aulas en el ámbito universitario se basa en criterios sanitarios y de higiene, salud y seguridad, así como también de organización académica y pedagógica.

El mismo establece acciones preparatorias y un monitoreo constante de las actividades y es el resultado de un proceso consensuado y de amplia participación en el que se consideraron los aportes de especialistas, universidades, centros de estudiantes, sindicatos, entre otros, en base a un documento elaborado en conjunto con el Ministerio de Salud.


El Protocolo Marco constituye un piso mínimo de requerimientos sobre los cuales cada institución podrá definir criterios específicos que se adapten a las particularidades de las actividades que realizan.

También contiene los lineamientos generales que encuadran y complementan los objetivos sanitarios y de seguridad deseados.

Al respecto, el titular de la cartera educativa nacional, Nicolás Trotta, indicó: "El compromiso del cuidado de la salud es nuestra prioridad. Creemos que la construcción del regreso a la presencialidad demanda de profundos consensos de toda la comunidad educativa. La decisión del regreso físico a las aulas será tomada por cada rector y rectora una vez que la situación epidemiológica de cada región así lo permita y se garanticen las condiciones sanitarias establecidas en los protocolos".

Por su parte, el secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, celebró "la aprobación del instrumento colectivo que nos permite planificar el regreso" y sintetizó tres objetivos alcanzados: "Hemos logrado preservar la salud de nuestras y nuestros estudiantes y docentes al momento de suspender la presencialidad".

"También, logramos sostener el derecho a la educación pudiendo brindar un primer cuatrimestre en el que las y los jóvenes universitarios han accedido a clases virtuales. Por último, garantizamos la calidad académica para 2.200.000 de alumnas y alumnos", añadió.

Entre los lineamientos generales para la reapertura de clases presenciales, se destacan:

- Establecer criterios de implementación de protocolos en las universidades e institutos universitarios según la situación o fase epidemiológica que transita.
- Generar en cada institución un plan en conjunto con la comunidad educativa para evaluar posibilidades de implementación.
- Resguardar a los grupos más impactados por la pandemia a fin de disminuir desigualdades.
- Profundizar el vínculo y la comunicación entre los sectores de salud, educación y desarrollo social como así también con los municipios para resolver problemas territoriales específicos.
- Optimizar la infraestructura sanitaria en cada una de las casas de estudio.

Mientras tanto, las universidades están activas en sus campus virtuales, como sucede con la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

“Desde el primer momento nuestro objetivo fue que no se vea afectado el año académico de nuestros estudiantes, señaló el decano de la Facultad de Derecho de la UBA, Alberto Bueres. Además, subrayó que “la posibilidad de tener un campus académico y que los profesores y estudiantes cuenten con un cuenta de mail institucional hizo que una vez suspendida las clases presenciales se haya podido continuar con el dictado de los contenidos”.

Asimismo, Bueres explicó que luego de ver cómo avanzaron los acontecimientos se realizaron rápidamente las adaptaciones, capacitaciones y mejoras necesarias: “De esta manera, los estudiantes lograron seguir con las clases y pudieron ser evaluados a los fines de la aprobación de los cursos que estuvieron inscriptos en este primer cuatrimestre”, afirmó. 

Con el objetivo de que la cursada de este año no se vea afectada, la Facultad decidió el reinicio obligatorio de actividades a partir del 1 de junio, sin perjuicio de ello para esa fecha casi la totalidad de los cursos venían desarrollando actividades académicas. En todo este período el cuerpo docente y los estudiantes tuvieron a disposición distintos tutoriales y manuales de uso de las herramientas para dictar y tomar clases en forma remota.

El campus virtual de la Facultad resultó fundamental para que el dictado de clases pudiera reanudarse sin inconvenientes y fue la plataforma de cursado más utilizada. Un 63 por ciento de los alumnos han manifestado su uso; en tanto, la aplicación Zoom fue la herramienta de videoconferencia más escogida, con el 86 por ciento.

De acuerdo a una encuesta realizada por la UBA, el 89 por ciento de los estudiantes lograron continuar sus estudios bajo la modalidad virtual, pudiendo ser evaluados al final de la cursada. Asimismo, el 86 por ciento de los encuestados tuvo una valoración positiva sobre la oferta virtual de la Facultad para continuar la cursada.

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